se ha consagrado como una de las más elegantes en una boda que algunos se empañaban en impregnar del espíritu de la omnipresente Diana por todas partes, aunque, como muestra la foto de la derecha, haya ciertas cosas en las que resulta inevitable caer em odiosas comparaciones. La paciencia tiene su premio, y prueba de ello es que en la boda estaba su ex marido invitado y su nieta como una de las damas del cortejo. También se dice que la venganza es un plato que se sirve frío, y así lo hizo Sarah Fergusson, aprovechando la boda de su ex familia política para enviar a sus hijas vestidas de tal guisa que lograron quitar protagonismo al resto de la casa Real Británica, o si no, echad un vistazo a este enlace de Vanity fair. Por muy de Valentino que fueran vestidas y tocadas por Philip Treacy (prueba de que cualquiera puede tener un mal día) el resultado no tenía pase. Moraleja: pensárselo muy bien antes de dejar fuera de la lista de invitados a una ex nuera. Los ingleses son muy dados a bromear sobre su casa Real, y tiempo les ha faltado para llenar la red con chistes al respecto de los tocados de las princesas.
Un tocado o pamela se puede poner por varios motivos: Primero: para que te de luz, te de movimiento, cierta altura y te favorezca. Segundo: porque te obligan. Tercero, y más recomendable: porque te apetece. Cuarto: para que sepan que has estado presente. Todos estos casos los hemos visto en la boda de la casa real británica y así los hemos comentado en el especial que ha realizado Aragón en Abierto.
Caso numero uno: Ponerse un tocado para verse mejor. A mí, en mi experiencia como sombrerera, hay dos figuras que me inspiran siempre una especial ternura; una de ellas es la madre de la novia; la otra, es la segunda esposa de alguno de los padres, las “Camilas”. Frecuentemente, las madres de las novias, vienen a la tienda y me dicen que a ellas les encantaría ponerse tal, o cual, pero que claro, la madrina no lleva nada…Mi opinión es que tan importante es que se case un hijo como una hija, que, siendo sinceros y salvo contadas excepciones, en una boda se lo trabaja mucho mas la madre de la novia que la del novio, y que, a fin de cuentas, la madrina va como quiere (¿o acaso alguien le ha prohibido ponerse algo?) Sin embargo, es cierto que es uno de los personajes de la boda que suele ser mas difícil de vestir, y en esta ocasión la madre de la novia consiguió ir perfecta, muy coordinada, muy British y con un aire muy Carla Bruni.
Las “Camilas” lo tienen aun más complicado. Dado que un alto porcentaje de los invitados (al menos, los de parte de la primera esposa) las van a ver de por vida con una manzana envenenada en una mano y una escoba voladora en la otra, vayan como vayan van a ser criticadas, que por otra parte, es a lo que algunas personas van a las bodas. Si la Camila de turno peca de discreta, se oirá aquello de mire usted que poco le interesaba que se case el chico que ni se lo ha trabajado. Si va estupenda, casi peor, porque se interpretará como una falta de respeto hacia la primera esposa, “que ya bastante ha pasado la pobre”. Así que Camila, la de verdad, decidió ir de Camila. Muy en su línea en lo que al traje se refiere, su pamela fue, sin embargo, un gran acierto. Alejándose de formas excesivamente clásicas pero sin arriesgar ni caer en extravagancias, con un color y ala que le favorecían mucho. Y sin molestar a nadie. 
Segundo caso: porque te obligan. Cuando alguien va incómodo, se nota. Y cuando se va incómodo, es imposible resultar elegante. Estas deseando que todo pase lo antes posible para quitarte ya eso de la cabeza. Había cierta curiosidad por ver a Letizia Ortiz, nunca anteriormente vista en público con pamela o tocado y, si bien el sombrero en sí no era el problema, se equivocó. No se atrevió, no arriesgó y se decantó por una pieza que lo único que le aportaba eran años de más. 
Igualmente parecía ocurrirle a nuestra reina, eligió un tocado para salir del paso, y no fue de las únicas.
Sinceramente, y aunque sea tirar piedras contra mi propio tejado, para llevarlo así, sin ganas, mejor no llevarlo.
Mención aparte merece Chelsy, novia del príncipe Harry, digna sucesora de Sarah Fergusson y personaje que dará mucho que hablar. No solo no le apetecía demasiado ponerse un tocado, es que de pisar la peluquería ni hablamos…
Tercer caso, y más recomendable: SIMPLEMENTE TE APETECE. Un tocado o pamela hay que llevarlo con ganas y hasta cierto sentido del humor, y una vez bien colocado, ser capaz de olvidarse de que lo llevas. Si alguien te mira, es porque simplemente vas estupenda, y punto. Me parece destacable la española Myriam González, vestida por Miguel Palacio y que alejándose de los cánones británicos, dejoó de lado los tonos pastel y se atrevió con la tendencia de romper con el monocromatismo a favor de los tonos que más puedan favorecer. 
Su tocado era muy similar al lucido recientemente por Rosario Domeneq en la boda de Rafael Medina y Laura Vecino, y en mi opinión, un acierto.
Os dejo algunas imágenes más de invitadas que sí saben cómo llevar una pamela. 
Y por último, un tocado se pone (otra cosa es que se deba) para que te miren, para que se note que se estuvo allí. Además del ya comentado caso de las hijas de ferggie cuyos tocados en cuestión de minutos lograron páginas propias en facebook que en el momento que escribo esto, apenas transcurridas 24 horas del evento, tienen más de 90.000 seguidores, hubo otros casos claramente desafortunados
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El sombrero amarillo lucido por la Reina Isabel II no fue una gran sorpresa, de hecho, las casas de apuestas londinenses llevaban días aceptando apuestas sobre cual sería el color elegido, que mayoritariamente era o rojo o amarillo. Aquí puede sorprender, pero no a quienes conocen bien la casa Real Británica. Le reina es una mujer menuda que en actos multitudinarios, bien puede confundirse en un tumulto. En esas ocasiones, por razones de seguridad y para estar bien localizada en todo momento por sus guardaespaldas, viste siempre colores muy llamativos.
Para finalizar nuestra aparición en Aragón TV, se nos pidió que comentásemos la pieza ganadora: los platos asimétricos o falas pamelas,las mas vistas en la boda y que tanto Martina, periodista del programa Aragón en abierto, como yo llevábamos durante la conexión; piezas cuya autoría inicial se debe a Philip Treacy (otro ganador, no solo por la cantidad de creaciones suyas que pudimos ver en la boda, si no por ser un irlandés que triunfa en Inglaterra), tendencia absoluta desde hace un par de años, y de las que hemos presentado varias tanto en nuestra web como en la pasarela.
También se vieron muchos platos frontales, si quieres verte con uno, en nuestra tienda tenemos disponibles varios modelos de este estilo, y si no, te lo confeccionamos a medida.
Para acabar, a cada cual lo suyo:
El tocado de Myriam Gonzalez es de Conchita.
Los de las hijas de Sarah Fergusson , Victoria Beckham y las pamelas de Zara Phillips, Camila Parker y Gabriela Windsor, son de Philip Treacy
El sombrero de Letizia Ortiz, obra de Pablo y Mayaya.
El sombrero de Isabel II es de Angela Kelly.
Carole Middleton, madre de la novia, con sombrero de Jane Corbett.
